Por: Freddy Gutierrez
@FreddyGpsuv
Recientemente visité por primera vez al
estado Bolívar, el estado más grande de todo el país, y pude darme
cuenta del inmenso potencial natural y humano con el que cuenta esta
entidad que recibe su nombre como homenaje al Libertador Simón Bolívar
quien, desde la ciudad de Angostura, hoy Ciudad Bolívar, estableció los
lineamientos y acciones que le permitieron liberar las actuales naciones
Bolivarianas de: Venezuela, Panamá, Ecuador, Colombia, Bolivia y Perú.
El estado Bolívar al ser fronterizo,
siempre ha sido un bastión altamente querido por la derecha, no solo por
su posición estratégica con países vecinos, sino también por la
importancia de sus empresas básicas y recursos naturales. Es por eso
que vemos como ha predominado el tráfico de extracción de productos
venezolanos hacia el exterior, la minería no autorizada, y el ingreso de
drogas al país por mafias vinculadas a la extrema derecha venezolana.
He allí la importancia de la
participación de la juventud dentro de las empresas de producción y
transformación de materia prima. Aunque la derecha sostiene la matriz
comunicacional del quiebre de nuestras empresas básicas, durante mi
recorrido por este estado pude constatar la productividad de nuestras
empresas en Guayana; sin embargo me generó una inquietud al presenciar
la poca participación de jóvenes en la linea de producción.
Es necesario formar las generaciones de
relevo en todas las trincheras productivas del país. La juventud
bicentenaria necesita estar incluida en los procesos de producción de
todas nuestras empresas, esto lo digo no solo por el tema laboral, sino
por la estricta necesidad que tiene la juventud de obtener el
conocimiento de todos los procesos productivos para en un futuro
inmediato ser la vanguardia en el desarrollo del país.
EL comandante supremo Hugo Chávez Frias
siempre hizo esfuerzos en invertir en el área social para desarrollar
la juventud en lo educativo, tecnológico, cultural, científico y
deportivo; y qué mejor que contribuir al desarrollo de nuestros propios
productos nacionales; eso nos llena de patriotismo, de jubilo, al ver
por ejemplo: cómo esos productos ayudan a levantar un complejo
urbanístico de la Gran Misión Vivienda Venezuela; o cómo ayuda a la
construcción de las más grandes obras de infraestructuras del país.
Es por eso que nuestra juventud, no
solo en el estado Bolívar sino de todo el país, debe incorporarse a las
lineas de producción desde el punto de vista de la transferencia del
conocimiento y la creatividad que predomina entre los jóvenes de
Venezuela, así como lo hizo nuestro prócer de la juventud el General
José Félix Ribas hace 200 años en aquella batalla histórica de la
juventud contra la fuerzas realistas de José Tomas Boves, una batalla
cargada de jóvenes seminaristas y estudiantes que lucharon
implacablemente para defender la soberanía de la patria, hoy en día la
lucha no es armada pero es la lucha del conocimiento y la lucha entre
dos modelos, el socialismo bolivariano y el capitalismo explotador y
destructor de la naturaleza.